Ez a recept megtalálható magyarul itt.
Si mañana vais al mercado o al súper y encontráis todavía picotas comprad y haced el fin de semana este postre genial y sencillo. El autor de esta exquisitez es nada más y nada menos que Juan Mari Arzak. Según mi experiencia estos súper chefs suelen hacer recetas muy complicadas, difíciles (por no decir casi imposibles) de hacer en casa. Por eso me llamó la atención esta receta por su sencillez refinada. Pensé que voy a hacer una prueba y la verdad es que me había salido tan buena que decidí compartirla con vosot@s.
PICOTAS SALTEADAS CON CREMA DE YOGUR Y RICOTTA
Ingredientes (para 4 personas):
• 500 g de cerezas
• 1 vaina de vainilla• la corteza de media naranja
• 1 grano de pimienta de Jamaica
• 50 ml de kirch (aguardiente de cereza)
• 100 g de azúcar
• 20-30 g de mantequilla
• 100 g de ricotta (o requesón cremoso)
• 100 ml de yogur griego
• 100 ml de nata para montar
• unas hojas de menta
Modo de preparación:
Después de deshuesar (con la ayuda de un chillo pequeño y bien afilado) las picotas las echamos a un bol con el azúcar y el kirsch. Mezclamos bien, tapamos (porque por arte de magia enseguida aparecen las moscas) y dejamos macerar durante unas dos horas. De vez en cuando las movemos con una cuchara. Mientras, pelamos lo más finamente media naranja, machacamos en el mortero la pimienta de Jamaica, abrimos la vaina de vainilla y la raspamos a un platillo. Pasado el tiempo de maceración escurrimos bien las picotas (reservando el líquido (el mejor licor de cerezas que he tomado jamás!) y las salteamos en la mantequilla bien caliente junto con la corteza de naranja, la raspadura de vainilla, la pimienta machacada y dos cucharas del líquido de la maceración (no deben quedar muy líquidas pero sí jugosas) durante un minuto a fuego vivo. Apagamos el fuego, las dejamos en infusión al menos dos horas y las reservamos en el frigorífico. Mientras se enfrían montamos la nata con el azúcar restante. A parte mezclamos bien la ricotta y el yogur para que quede una crema fina y le añadimos la nata montada mezclándolo con cuidado para que se rompa lo menos posible. La guardamos en frío. Servimos las cerezas colocándolas en plato hondo con un poco de su jugo y con la ayuda de dos cucharas formamos una quenelle (una bola ovalada) de la crema y la colocamos sobre las cerezas. Decoramos con menta.
0 comentarios:
Publicar un comentario