miércoles, 9 de enero de 2013

MANAKISH...o sea tortas de pan libanés especiado

Ez a recept megtalálható magyarul itt.

Hay algunas recetas aún en el blog que se quedaron sin traducción. A ver si me pongo al día. Una de ellas es esta que empezó con la compra de unos libros ya que fui a hacer algunas gestiones a Roquetas y al terminar entré a la librería para echar un ojo (sí A la librería, no a UNA librería porque triste, pero en una ciudad de 90 mil habitantes sólo hay demanda a una). Bueno, pues estos momentos de “echar un ojo” tienen su peligro. Sé por experiencia que cuando una va con una idea fija entonces no se deja desviar (o no mucho J) sino compra a lo que va y ya está. Pero como yo entré sólo a echar un ojo y me gustaron varios, finalmente salí con tres libros y unos cuantos euros menos.  Alguien me lo puede explicar por qué son tan caros los libros si encima descubrí que los editan en China.  En fin. Cuando llegué a casa eché una hojeada rápida a cada uno de ellos y en el de la Cocina libanesa me fijé en estas tortas de pan. Digo, habrá que probarlas y como tenía ingredientes en casa para hacerla el día siguiente me puse manos a la obra. No es una receta difícil la masa es muy simple sólo hay que tener las especias para hacer el “zaatar”. De esta mezcla se puede hacer más y guardarla en un botecito en la nevera.


Masa:
·         400 g de harina
·         1 sobre de levadura seca (7 g)
·         1 cucharita de café de sal
·         1 cucharita de té de azúcar
·         2 cucharas soperas de aceite de oliva
·         250 ml de agua templada

El libro dice que para hacer el zaatar cada región tiene su receta y utiliza especias diferentes (y a continuación viene una larga lista) pero hay un punto común ya que todas llevan semillas de sésamo, ajedrea y zumaque. Finalmente de las especias que tenía en casa yo hice esta mezcla, la que cada un@ puede variar un poco a su gusto.

Zaatar:
·         1 cuchara sopera de semillas de sésamo (con piel o sin)
·         1 c.c. (cucharita de café) de ajedrea
·         ½ c.c. de comino
·         ½ c.c. de mejorana
·         ½ c.c. de tomillo
·         ½ c.c. de hinojo
·         ½ c.c. de zumaque
·         sal
·         aceite de oliva

Primero preparamos el zaatar. Para ello tostamos un poco las semillas de sésamo en una sartén seca y a continuación las ponemos en el mortero. Las machacamos un poco y añadimos las demás especias (si tenéis alguna de estas especias en hierba fresca, mejor que mejor) y vamos mezclando y echando poco a poco aceite de oliva hasta conseguir una crema que se pueda untar con una brocha. Echamos una pizca de sal pero cuidado que la sal acentúa mucho el sabor de las especias. Reservamos.

Estas fueron las primeras tortas demasiado especiadas (además les puse nueces picadas).

Ponemos la harina tamizada en un bol, mezclamos con la levadura,  sal y azúcar y vamos echando poco a poco el agua mezclando con una cuchara de palo. Amasamos un poco con la mano (en el bol) e incorporamos el aceite de oliva. Seguimos amasando hasta que la masa se despegue de las paredes del bol y se haga una bola. No echéis más harina, ni más agua de lo indicado, si acaso un poquito más de aceite.

Cuando ya tenemos una bola lisa, engrasamos un poco con aceite el bol, metemos la masa dentro y también la untamos con unas gotas de aceite. Tapamos y dejamos leudar en un sitio sin corrientes hasta que doble su volumen (aprox. 1 hora).

Pasado este tiempo echamos la masa a una superficie ligeramente untada con aceite y la dividimos en seis. Hacemos de cada parte una bolita (se trabaja muy bien la masa) y encima de papel de hornear  (tamaño bandeja de horno) aplastamos y estiramos cada bola hasta hacer un círculo de 12-15 cm de diámetro (yo puse en cada papel dos círculos). Con la punta de los dedos hacemos en cada círculo unos hoyitos como si fuera focaccia. No merece la pena hacer círculos más grandes porque se resecan mucho en el horno.

Cuando están todos listos, los tapamos con un paño de cocina y dejamos levar otra media hora. Mientras, ponemos el horno en marcha a 200 grados. Con una brocha de cocina untamos la primera tanda con el zaatar y horneamos durante unos 10 minutos. 

Mis experiencias (porque las hice dos veces bastante seguidas): 1.) Es suficiente untarlas sólo con lo que se le pega a la brocha. Yo la primera vez repartí el zaatar con una cuchara y al comer resultó muy pesado había que ir quitándolo. 2.) No hay que hornearlas demasiado, es mejor que se queden más blanquitas porque se resecan mucho. 3.) A la segunda vez intenté poner por encima también algunas semillas untando las tortas con aceite y espolvorearlas unas con amapola otras con pipas de calabaza. No funcionó. Luego se iban cayendo a pesar de que las pipas las hundí un poco en la masa. Además las llevé a una cena de chicas y les gustaron mucho más las que llevaban zaatar que las otras. 4.) Merece la pena hacer sólo la cantidad que se va a comer en el momento (2-3 tortas/persona). J



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