Ez a recept megtalálható magyarul itt.
· 100 g de polenta
· ½ litro de caldo de verduras o de pollo (en el paquete pone 400 ml de líquido para 100 g de polenta, pero a mí me absorbió medio litro)
· 1 diente de ajo
· un trocito (unos 10 cm) de chorizo picante
· media lata de tomate natural pelado y troceado (aprox. 150 g)
· unas ramitas de tomillo fresco
· un puñado de hojas de albahaca fresca
· sal
· aceite de oliva
· una bola de queso mozzarella
· 100 g de queso provolone rallado
Esta es otra receta que se quedó por
el camino sin traducir, pero por fin llegó su hora. La creación de esta receta
(ufff...que ostentoso suena esto) ha sido fruto
de una limpieza de la nevera. Mejor dicho un día decidí que voy a
relajarme un poco con las compras (a veces compulsivas) y voy a intentar a
cocinar aprovechando todo lo que hay en la nevera hasta dejarla vacía...o casi.
Y poco a poco se iban acabando las existencias hasta que un día la abrí y
la encontré casi vacía. Tuve algunas ideas para el almuerzo pero a todas me
faltaba algún ingrediente, ganas no tenía para bajar a comprar y para descongelar ya no había tiempo. Así que saqué todo lo que había y me puse a pensar a
ver qué podría hacer de ello. Entonces me acordé que hace poco compré un
paquete de polenta y ni siquiera la había probado aún. Miré las demás cosas que
había y se me ocurrió una idea que resultó un éxito. Os recomiendo este
plato y en general la polenta que nos gustó mucho y desde entonces la preparé
ya varias veces.
Ingredientes (para 2 personas):
Polenta:· 100 g de polenta
· ½ litro de caldo de verduras o de pollo (en el paquete pone 400 ml de líquido para 100 g de polenta, pero a mí me absorbió medio litro)
“Todo lo demás”:
·
media cebolla· 1 diente de ajo
· un trocito (unos 10 cm) de chorizo picante
· media lata de tomate natural pelado y troceado (aprox. 150 g)
· unas ramitas de tomillo fresco
· un puñado de hojas de albahaca fresca
· sal
· aceite de oliva
· una bola de queso mozzarella
· 100 g de queso provolone rallado
Primero ponemos a calentar el caldo. Voy a ser sincera
y reconozco que yo esta vez utilicé agua y una pastilla de avecrem porque quién me
lo va a creer que teniendo la nevera vacía justo en este momento tenía
preparado un caldito. J O sea, cuando el
caldo esté hirviendo bajamos el fuego al mínimo y empezamos a echar poco a poco
la polenta, mientras estamos removiendo con una cuchara continuamente. Cuidado,
porque si hierve mucho, salpica!
Seguimos removiendo de vez en cuando, mientras
en una sartén ponemos a freír la cebolla picada. Troceamos el chorizo y el ajo
y cuando la cebolla esté “bailando” (jeje...como se pega todo de Argüiñano) los
echamos en la sartén. Removemos y añadimos el tomate también. Salamos, echamos
las hojitas de tomillo y dejamos cocinando a fuego lento. Llegado este momento
ponemos el horno en marcha a 200 grados. Cogemos una fuente mediana apta para
hornear (pyrex o similar) la untamos con un poco de aceite y cuando la polenta
esté lista (aprox. 30 min.) la echamos y la extendemos con una cuchara. Echamos
las hojas de albahaca troceadas a la salsa a la que a continuación la extendemos
encima de la polenta. Finalmente repartimos la mozzarella cortada en rodajas
finas y espolvoreamos con el queso provolone.
Metemos la fuente en el horno y
horneamos hasta que la superficie esté tostada. Esperamos a que temple un poco
y servimos. La polenta conforme se va enfriando se va volviendo cada vez más compacta,
por lo tanto merece la pena esperar un poco porque así se corta mejor. Tengo
que decir que a mí me gustó incluso más fría, que caliente. ¡Estaba de muerte!
Moraleja: a veces se pueden hacer platos deliciosos con pocos ingredientes sólo
hay que poner en marcha la imaginación. J
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