Ez a recept megtalálható magyarul itt.
· 150 g de mantequilla a temperatura ambiente
· 1 cucharada de café de sal
· 1 huevo
· 1 cuchara sopera de leche fría
· 100 g de requesón o ricota
· 50 g de jamón serrano
· 1 huevo
· 1 cuchara sopera de créme fraiche (opcional)
· sal, pimienta
· queso parmesano rallado
Esta masa quebrada la vi en el libro del famoso pastelero francés
Michel Roux “MASAS saladas y dulces”. Reconozco que a la primera vez que
trabajé con ella me cabreé más de una vez pero no por culpa de la masa sino más
bien por mis despistes. Porque la masa es una maravilla pero luego tiene unos truquitos
que no conviene olvidar...lo que me pasó a mí. La idea de relleno me la dieron
unas espinacas olvidadas en la nevera y un trozo de requesón. Aunque
seguramente muchas sabéis como se hace la masa quebrada yo os voy a dar la receta
de esta, por si la queréis probar algún día. Si no vais a utilizar toda la masa
que sepáis que se puede guardar en la nevera durante una semana o en el
congelador durante tres meses. Yo sólo utilicé la mitad y la otra la congelé. ¡Vamos
a ello!
Ingredientes:
Para la masa:
·
250 g de harina· 150 g de mantequilla a temperatura ambiente
· 1 cucharada de café de sal
· 1 huevo
· 1 cuchara sopera de leche fría
Para el relleno:
·
1 manojo de espinacas frescas (aprox. 100 g) se
pueden sustituir por congeladas· 100 g de requesón o ricota
· 50 g de jamón serrano
· 1 huevo
· 1 cuchara sopera de créme fraiche (opcional)
· sal, pimienta
· queso parmesano rallado
Ponemos la harina tamizada en un bol junto con los
otros ingredientes de la masa y los mezclamos hasta formar una bola. Luego la
amasamos enérgicamente en una superficie ligeramente enharinada hasta que la
masa esté lisa y elástica. La partimos por la mitad, envolvemos las dos bolas
en film transparente y una la metemos en el congelador y la otra a la nevera
durante una hora.
Mientras reposa la masa, preparamos el relleno. Lavamos bien
las espinacas y las ponemos en agua hirviendo unos cinco minutos. A continuación
las escurrimos, enjuagamos con agua fía y las dejamos escurrir del todo.
Picamos el jamón, lo salteamos unos minutos en unas gotas de aceite y
reservamos. Ponemos en un bol el requesón y lo aplastamos con un tenedor.
Añadimos el huevo, las espinacas (previamente picadas en una tabla) y el jamón.
Salpimentamos y rallamos una cantidad de queso parmesano la que nos parezca. Cada
uno a su gusto. Mezclamos bien con el tenedor y si fuera necesario “aligeramos”
un poco con una cuchara de créme fraiche o un poquito de nata. Reservamos.
Precalentamos el horno a 180 grados. Sacamos la masa del frigorífico y la
trabajamos un poco para que coja temperatura. En una superficie enharinada la
estiramos con el rodillo a unos 2-3 milímetros de grosor. Con un aro de 12
centímetros de diámetro sacamos unos discos y los vamos poniendo en los moldes
(los míos son de 9 cm de diámetro, esto cada cual lo adapta a los suyos) y lo
que sobra lo vamos apartando.
Como esta masa primero hay que hornearla “a
ciegas” o sea sin relleno, encima de la masa ponemos otro molde vacío y algo
que haga peso. Yo destiné unas latas de pimiento morrón para esto. Las
horneamos así durante 15 minutos. Las sacamos y cuando se enfrían las desmontamos
y reservamos.
Seguimos con todo esto, siempre amasando y estirando el resto de
la masa hasta acabar con toda. Entonces volvemos a poner las tartaletas en los
moldes, ponemos en cada una cuchara del
relleno y las horneamos unos 10 minutos.
Esperamos hasta que templen, las
desmoldamos y listas para servir. ¡Que aproveche!
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