Ez a recept megtalálható magyarul itt.
· 100 g de harina
· 80 g de remolacha asada al horno
· sal
· 1 puerro
· 80 g de queso gorgonzola
· 200 ml de nata
· sal, pimienta
· un puñado de nueces limpios
· hojas de hinojo fresco, picado
Esta receta la vi en uno de mis
libros de recetas favoritos y me pareció tan interesante que enseguida pensé,
un día la voy a preparar. Pues desde entonces ha pasado ya bastante tiempo.
Pero hace como dos semanas la volví a ver y decidí que ha llegado el tiempo.
Por supuesto justo ese día no encontré en la tienda remolacha cruda, así que la
compré cocida (porque el asunto no podía esperar más). Esto es algo muy
característico en mí. Cuando quiero algo, lo quiero pero YA. Pues aquella pasta
no es que no estuviera bien, pero color no tenía mucho. Poco se parecía a
aquella que vi en el libro. Ya sabía entonces que aquello no voy a poner en el
blog. Pero el asunto no se podía quedar en eso. Cuando conseguí remolacha cruda,
puse manos a la obra otra vez y ahora sí que salió como Dios manda. Aquí tenéis
la receta:
Ingredientes (para 2 personas):
Para la pasta:
· 100 g de harina
· 80 g de remolacha asada al horno
· sal
Para la salsa:
· 1 puerro
· 80 g de queso gorgonzola
· 200 ml de nata
· sal, pimienta
· un puñado de nueces limpios
· hojas de hinojo fresco, picado
Esta pasta hay que prepararla cuando
tenemos pensado hacer una cantidad considerable de remolacha asada (porque no
vamos a asar 80 gramos). La remolacha asada es muy saludable y se puede
utilizar en un montón de recetas ya sean ensaladas, cremas, guarniciones etc.
Primero forramos una bandeja de horno con papel de aluminio, de manera que
sobresalga bastante por los lados, ya que con esta parte cubriremos la
remolacha, haciendo así una especie de paquete. Pelamos la remolacha y si es
grandota la cortamos en trozos regulares. La ponemos en la bandeja,
salpimentamos, regamos con vinagre balsámico, aceite de oliva y una cuchara
sopera de miel. Mezclamos un poco para que esté embadurnada por todos los lados y echamos encima unas hojas de romero.
Cerramos el “paquete” y horneamos a 200 grados unos 35-40 minutos. Podemos
pinchar a través del papel, y si el tenedor o pincho entra fácilmente, está
lista. Sacamos del horno y dejamos enfriar.
Mientras, preparamos los
ingredientes para la pasta. Tamizamos la harina y la ponemos en un bol. Echamos
una cucharadita de sal y mezclamos. Cuando la remolacha ya está fría medimos 80
gramos y la machacamos con la miniprimer hasta obtener un puré. Mezclamos con
la harina y amasamos hasta que se haga una bola elástica y lisa. Entonces la
envolvemos en film transparente y metemos a la nevera al menos 30 minutos.
Mientras pelamos las nueces y las picamos con un cuchillo rudamente. Pelamos y
picamos el puerro y lo ponemos a pochar a fuego muy lento. Ponemos agua
abundante a calentar para la pasta. En una superficie enharinada extendemos la
masa bien fina con un rodillo (podéis utilizar maquina, pero yo para tan poca
cantidad no la ensucio) la cortamos con un cortapastas en tiras de 10-12 cm y las
tiras en triángulos.
En este momento el puerro ya estará pochado. Incorporamos
el queso y la nata, salpimentamos y dejamos hervir a fuego muy suave. Echamos
sal al agua hirviendo y echamos la pasta. Ojo, que la pasta fresca se cuece
enseguida. En cuanto sube a la superficie, la sacamos con una espumadera y
añadimos directamente a la salsa. Mezclamos y servimos enseguida. En el plato
espolvoreamos con hojas de hinojo picado. ¡Una delicia!
Esta receta la vi en el libro “PASTA ¡que pasión!”
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