Ez a recept megtalálható magyarul itt.
El año pasado me regaló una amiga húngara por Navidad el libro de Heston Blumenthal - uno de los más prestigiosos chefs del mundo - que se titula “En busca de la perfección”. Uno de los capítulos del libro está dedicado a la pasta, en el cual el maestro relata cómo descubrió en uno de sus múltiples viajes por Italia - y qué criterios siguió durante la búsqueda - a la que es, según él la mejor pasta del mundo. La pasta que se le pareció sencillamente la mejor del mundo se llama “Pasta di Aldo” y se produce en una pequeña fábrica cuyo propietario ni siquiera se dedica por tiempo completo a este oficio. Simplemente lo hace por el amor al oficio y la pasión por la pasta. Por supuesto que es discutible si realmente es esta la mejor pasta del mundo o no. Supongo que habría muchos pros y contras, pero lo que es seguro, que yo en aquel momento decidí que quiero probar esta pasta sea como fuere y empecé a investigar dónde y cómo puedo comprar la “mejor pasta del mundo”. Con la ayuda de internet fue relativamente fácil encontrarla y os lo puedo asegurar que Blumenthal probablemente tiene toda la razón. Una no se topa todos los días con una pasta así. Por lo tanto necesitaba encontrar una salsa que esté a la altura de esta pasta pero que no le haga sombra. (Por supuesto primero la probé sólo con unas gotas de aceite de oliva virgen extra.) Y creo que acerté con esta salsa de tomate cuya exquisitez consiste en su sencillez. Pero que cada uno la pruebe y lo cuente...
Ingredientes (para 2 personas):
• 160 g de pappardelle di Aldo
• 250 g de tomates cherry
• 3 chalotas
• 2 dientes de ajo
• 250 g de queso mozzarella (2 bolas)
• sal
• un manojo de hojas de albahaca fresca
• aceite de oliva
Lavamos y secamos a los tomates y reservamos. Limpiamos las chalotas, las cortamos en juliana (a lo largo) y también reservamos. Ponemos unas gotas de aceite en una sartén y cuando esté caliente ponemos en ella a freír a los tomates enteros a fuego lento. De vez en cuando movemos un poco la sartén. A la vez echamos un poco de aceite en otra sartén y ponemos a pochar la cebolla. Cuando la cebolla esté transparente le añadimos los ajos prensados o picaditos muy finos. Le damos unas vueltas y apartamos. Cocemos la pasta en agua salada hirviendo. Para cuando la pasta se termina de cocer, tendremos también los tomates hechos. Quitamos las pieles que se desprendían y mezclamos la cebolla con el tomate. Cortamos las hojas de albahaca en trozos más bien grandes, los añadimos a la salsa y apartamos del fuego. Escurrimos la pasta, la servimos en los platos y echamos por encima la salsa de tomate. Finalmente esparcimos los trozos de mozzarella desmenuzada a mano. ¡Que aproveche!
Esta salsa la vi en el blog "Uno de dos".
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